Tuesday, June 03, 2008

La llamada



Una encantadora visita al pesimismo, que delicadamente paraba la trayectoria de mis ideas como un muro de esponja a una pelota de tennis.

Un invierno continuado, sin un principio definido pero tampoco con un sello de "TERMINADO".

Y sin necesidad de un atajo Einstein-Rosen, la erudición en persona tomaba un vodka a mi lado.

2 comments:

Borrego said...

Ora sí no entendí nada.
Pero te dejo un saludote.
Nos vemos en el verano.

Javiere said...

Hay veces en que los puentes Einstein-Rossen se toman a deshoras jajaja. Besos.