
Un día que saqué a pasear a mi perro, me quedé más tiempo para escuchar cantar a los grillos que hacen música muy bonita.
Luego pasé por una piedra donde sabía que había uno, y se calló. Cuando se acostumbró o pensó que ya me había ido, volvió a cantar.
Ahorita me acordé porque están cantando acá afuera.
No comments:
Post a Comment