... Y hubo un momento en el que ella: un barco de papel; dijo mirando hacia el techo de un blanco infinito; que èl, era como el ritmo de una ola. Esas olas que sin perturbar llegan al agua calma, sin dejar de ser olas.
Y el barco siguiò navegando hasta perderse en la ola, hasta el sudor, hasta el cansancio.
3 comments:
"... y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis venas va ligero de equipaje y sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje..." J. Sabina - Peces de ciudad
Oh!
saludos Miss
Ritmooooo, ritmoo de la nocheeeee.
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