Habían perdido a su madre hacía dos veranos en un accidente automovilístico cuando viajaban todos juntos.Me conmovía ver el retrato al óleo en la sala blanca de su casa donde se veía bonita y muy joven, conmovedor tal vez porque ya sabía que estaba muerta.
Yo tenía trece años y me gustaba pasar fines de semana en pijama y calcetines, comiendo pizza con esos dos niños que vivían en la casa donde siempre hacía frío.
Solíamos pasar horas escuchando a Savage Garden y platicando no recuerdo de qué.
Me parecía chistoso que les gustara bailar y lo hicieran tan tecnicamente. Al final, todo resultaba en un coreografía que ahora no podría repetir por la complejidad en las secuencias y por la pena que me daría.
Aunque Kabah me parezca decadente, esta canción me provocó hace unos días un recuerdo de la orfandad que perduraba como resolana en aquella sala blanca frente al retrato de Cristina.
1 comment:
Explícame porqué siempre, invariablemente de la melancolía y la nostalgia de tus relatos, termino encontrándome con la felicidad.
¿Estaré mal de la cabeza?
Por cierto, va un triple jajajaja por aquello de que seremos salmones invencibles....
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