Thursday, April 10, 2008

el 12 de abril del año pasado

Estaba en la Ciudad de México, había pasado toda la tarde dormida, con fiebre, en una cama debajo de una bonita ventana.

EL ENAMOR
Seguía sintiendo demasiado; colapsada en un estado inverosímil nunca antes experimentado con tanta intensidad, desprendida de todo pensamiento lógico.

Seguro lucía como debe sentirse un pájaro después de chocar con el vidrio de una ventana. Atolondrado.

La fiebre se había convertido en síntoma inexplicable sostenido durante varios días, debido a un abrupto rompimiento voluntario de un enamoramiento específico y a una respuesta de mi sistema inmunológico, supongo.


EL TEMBLOR
Esa noche, cené algo y a mis pies les gustaba sentir el piso de madera fría. Empezó un temblor, una sacudida de la tierra, y las lámparas y todo movíanse con gracia sin igual, percibí; y lo único que recuerdo después, es la calle, mi sonrisa en medio de gente en pijama, con rostros angustiados, llorosos, corazones y recuerdos palpitantes, y yo sin zapatos con un bulldog francés entre los brazos.




TRY (JUST A LITTLE BIT HARDER)
Hay momentos en los que me preguntó si habrá valido la pena tomar decisiones tan tajantes y entonces llega alguien-cualquiera y sin querer, sin saber, me contesta que sí.

EL PASADO PROGRESIVO
Sin embargo, queda en mí el gusto de haber vivido bebiendo los deliciosos tés-artesanales-japoneses que la persona de quien me enamoré, me explicaba con tanto cuidado.En fins.

4 comments:

Leticia Zárate said...

Ah!!(suspiro)recuerdos que nos llegan agazapados en los rincones de nuestra mente...

Besos.

Dan Campos said...

Memorias... recuerdos... momentos...

La vida es progresiva, el pasado es reinterpretativo...

ÑOR GOGOL said...

¡Ah, cómo te encanta ponernos toboganes de éstos para ponernos a suspirar!

Besos.

Borrego said...

¿?