Què educado ¡

Llovizna.
Chipi chipi de noche.
En mi mano relajada
una bolsa con la cena.
El callejòn desierto.

Chipi chipi de noche.
Cruza sigiloso un gato mi camino.
De mi boca sale un sonido como:
--BISHO ¡¡¡¡¡.
Nos miramos, se detiene
y responde mi saludo con un corto
--Miau.
Què risa, què miedo. Mejor apresuro el paso.

Las del rancho

En las casas de las muchachas del Rancho
siempre hay a la vista, especialmente en los muros de la sala,
fotos retocadas de los papàs cuando jòvenes,
con una cara de solemne seriedad.
Y carpetitas tejidas. Wow.

Contactos famosos

A: -- Conociò a ...
B: -- A Manigüis. --- Interrumpo.
A y B : -- Ja ja ja.
A: --Noo.
A: -- Todavìa existe Manigüis ? ---

Bastan dos horas
para sentir la nostalgia
del futuro y disfrutar
la transformaciòn de
las personas que van
tomando su rumbo.

Agua sube agua baja

Me gusta caminar por la calle
cuando espasmos de viento
anuncian el aguacero.

Me chocan los aguaceros
si estoy en la calle
porque se mojan los zapatos
y las ropas.

Sin embargo, correr bajo el aguacero
con un amigo como si fueramos niños
es divertido,
aunque al pisar,
de los zapatos salgan burbujitas
y las telas se peguen al cuerpo.

Corrèle que te alcanzo

A la 6.30 parte el camiòn.

Faltan 20 minutos y 6 estaciones para llegar a la central. Aunque tomè la decisiòn correcta y ahorrè el tiempo necesario, ya valiò, pienso.

Los segundos pasan ràpido, las personas se mueven lento, decido no mirar el reloj, pero calculo.

RESIGNACIÒN: tendrè que comprar otro boleto, en el asiento 17 por favor.

Paso la ùltima estaciòn; Y si corro? Con suerte tal vez lo alcance, sino, aplazarè un dìas màs mi partida, marcarè un telèfono e irè al cine.

Sigo sin mirar el reloj.

Piso la calle, yo tan fresca, vestida de blanco, con mis tenis y mis lentes quick "muy sport",dirìa mi mamà.

Run, run, run...Me observo a gran velocidad, jaja, graciosa, psicòpata, loquita... sudando. Y corro como si de llegar a tiempo dependiese mi vida, me gustan estos juegos de la incertidumbre manejable.

Quedo el mi tìpica escena con final feliz y todo por confiarme siempre y demasiado en el perfecto engranaje de los momentos.

---San Miguel de Allende?

---Sî. Me puede dar la hora?

---6.30 en punto. Agua o refresco?

Empapada entro a camiòn agitada e incrèdula.

---Marisa ¡¡--- alguien grita.

Y en el asiento 18 reconozco un rostro sorprendido, que me recuerda hace dos años, el sushi y que un dìa tuve el corazòn roto.

A ver, Règresale o ponle pausa.

Casi se me olvida... cuando lleguè hacía calor y me sentì como turista. La ciudad no habìa cambiado exepto por unos cuantos personajes ausentes. No pude evitar la nostalgia, las calles cirundantes a la "UNI", pff¡¡, desiertas a las 10.30, hora en que se hacen los intercambios escolares que dejaràn pasar la noche contando cuentos y besàndose, sin pensar que un dìa seràn perfectos extraños invadidos de recuerdos graciosos, porque nada es para siempre y que siempre lo han sabido.

Despuès... la luz encendida, y ahora no se quièn estè en lo que fue mi habitaciòn. Llegan las visitas sorpresa, pero aseguradas, me hacen recordar lo que he sido, y còmo me he transformado, a pesar de todo me quieren y lo agradezco.

Al siguiente dìa, los abrazos,los -què gusto, què guapa, què chido, te extraño, te quiero, me encantas-, la alberca, las cheves, el whisky, tantas veces los recuerdos te atrapan,pero sòlo sirven de antecedentes a las nuevas sensaciones provocadas por alguien que has conocido de siempre.

Conversaciones nocturnas de la elasticidad y los chakras, que risa¡ shhh no hay que hacer ruido, dormirè en los los brazos alègoricos de las circunstancias, hasta que mañana un atomizador en manos maternas me despierte con el desayuno.

ORA SI PONLE PLAY.