Wednesday, July 14, 2010

Tuve un móvil de corazones de vidrio soplado que mecía al viento del arbol, una banca mirando las aves, resolanas en contra de humedades, toneladas de segundos congelados como estampas de otra vida, un perro de nombre muy ilustre,un golpe de costado, pensamientos compartidos e incontables.

Me queda el dulce cuerpo arboreo y una gota de lluvia que resbala por mi espalda, el alma iluminada, las barreras del miedo quebrantadas.
Una senda de frutos y una canción de ocaso y estrellas...

1 comment:

the lines on my face said...

qué bonitas palabras :) abrazotes